¡GRANDE LOLO! UN HOMENAJE AL PRIMER ÍDOLO DEL FÚTBOL PERUANO EN 1997 PALABRAS



Para algunos hoy 23 de Mayo puede ser un día más del calendario, para otros puede tener un distinto significado como por ejemplo: La independencia de Cuba ante los Estados Unidos, la invasión de Estados Unidos a Nicaragua, la inauguración del antiguo estadio de FC Barcelona: Camp de Les Corts, el lanzamiento del 6to disco de Michael Jackson “Blood in the Dance Floor”, el día que Romario llego a su gol 1000, etc., etc. Pero para nosotros como para la mitad del Perú más 1 es una fiesta solemne, es el día en que todo hincha de Universitario de Deportes debe llevar su camiseta puesta por la calle, a su instituto, trabajo o en su misma casa, en donde, desde la “Polka Crema” hasta el disco “Nos Sobra Aliento” deben retumbar las paredes de casas cremas….y ¿Por qué tanto alboroto en este día para el hincha merengue?..... elemental mi querido Jasón… hoy es el cumpleaños del ídolo más importante de Universitario de Deportes, del cañonero Teodoro “Lolo” Fernández, así que mantén la calma y si eres hincha de la crema levantarte y grita a todo pulmón “OLE OLE OLE OLE….LOLO…LOLO”, si no eres hincha de este equipo, toma asiento y quizás hagas caso omiso en esto, si eres hincha del futbol en general, quédate de pie y aplaude a esta leyenda del futbol peruano, y si no eres hincha del futbol (cosa que dudo mucho) toma asiento, calienta el agua para el café, y lee esta nota, porque sabrás porque es tan importante esta persona en el futbol peruano.

“CAÑETE VALLE BENDITO Y PRODUCTIVO” 

Teodoro Fernández nació el 20 de mayo de 1913 en la Hacienda Hualcará en la localidad de San Vicente de Cañete nadie imaginaba que una leyenda del fútbol peruano acababa de ver la luz. Fue el antepenúltimo de los ocho hijos que tuvieron el matrimonio formado por Don Tomás Fernández Cisneros y Doña Raymunda Meyzán. Estudió primaria en la Escuela Fiscal No.1510 de Hualcará. En su niñez, Teodoro solía jugar al fútbol como cualquier otro niño de la hacienda, por aquel entonces se hacía muy complicado conseguir un balón y los niños se las arreglaban jugando con pelotas improvisadas o caseras. A su padre no le agradaba que Lolo jugase al fútbol, pues decía que «su zapato derecho no le duraba nada y los izquierdos se quedaban nuevos». Todas las tardes Lolo junto con sus hermanos y con los hijos de los trabajadores y peones de la hacienda se reunían para jugar en una pampa ubicada al lado de la capilla de la hacienda.

Mientras estudiaba en Hualcará, Lolo junto con sus compañeros de clase formaron el club «Huracán de Hualcará» para representar a su hacienda y competir con otros clubes del Valle de Cañete. El debut se dio el 30 de agosto de 1923 ante el Alianza San Vicente, tras una primera parte decepcionante en la que ningún equipo había conseguido marcar, en el tiempo suplementario Lolo anotó el gol del triunfo después de un fuerte remate de larga distancia. Teodoro seguiría en este club hasta que fue enviado a la ciudad de Lima.



YO SOY MERENGUE DESDE QUE ERA CHIQUITITO
Tras pasar casi toda su niñez en Cañete, fue enviado a Lima a los 16 años de edad para que continuara con sus estudios, fue recibido por su hermano mayor Arturo, quien por esos años defendía la camiseta del Ciclista Lima. En 1929 fue matriculado en el colegio Residencia de Estudiantes, un internado donde ‘Lolo’ empezó a practicar el básquetbol, pero su pasión por el balompié pudo más y se incorporó al equipo crema ya que su hermano fue a probarlo a dicho club. Empezó a jugar en la reserva y jamás dejó los colores de Universitario de Deportes. Firmó su primer contrato profesional por la suma de 120 soles mensuales. En marzo de 1930, vistió la casaquilla merengue por vez primera. Inicialmente entró en la reserva y a finales de ese mismo año, fue el goleador absoluto del torneo por lo que fue promovido al primer equipo.


COMO NO VOY A QUERERTE UNIVERSITARIO
Debutó oficialmente en Universitario de Deportes a los 18 años de edad, el 29 de noviembre de 1931, en un encuentro internacional ante el Deportes Magallanes de Chile.

Lolo fue un claro símbolo de lo que es el amor a una camiseta. No le importaba el dinero. Permaneció 23 años en la 'U', rechazó muchas ofertas y demostró lo que es verdadera fidelidad, una de ellas fue cuando Lolo reforzó a Colo Colo en un amistoso ante Independiente de Argentina y marcó un tanto. El presidente del club mapochino, Robinson Álvarez, sorprendido con su potencia y buen juego aéreo, le entregó un cheque en blanco para que pusiera la cifra que quisiera. El 'Cañonero' declinó la oferta. "Yo tengo un solo amor, que está en el Perú y se llama la 'U'", dijo Fernández. Eso es fidelidad. Porque muchos dicen que se puede cambiar hasta de mujer pero no de equipo.

Fue goleador del torneo en siete oportunidades (32, 33, 34, 39, 40, 42 y 45) totalizando 88 goles. Un gran promedio teniendo en cuenta que solo eran 10 clubes y se jugaba solo una rueda. Fue campeón con los cremas seis veces. Sus números son contundentes, no dejan dudas.

En 1932 anotó 11 goles en 9 partidos, pero no le alcanzó para gritar campeón, el grito se quedó contenido. El año siguiente marcó 9 goles y también fue el máximo artillero del campeonato.


SIEMPRE ES UN GUSTO, COMPADRE
Para un delantero, todos los goles son importantes. Pero, para la hinchada crema, un gol ante Alianza Lima no tiene comparación. Lolo Fernández lo sabía bien, no por nada es el máximo goleador de la historia del clásico peruano.

El primer gol que le anotó el Cañonero al rival de siempre fue el 17 de julio de 1932 en el antiguo Estadio Nacional, pero aquella vez la “U” perdió por 3-2. Sin embargo, el primer gol importante que marcó el gran Lolo contra los blanquiazules fue el 7 de julio de 1934, cuando anotó el 2-1 que le permitió a Universitario ganar el título del Torneo Amateur de Lima de ese año. A finales de la década del 30, el goleador crema anotó cuatro veces en ocho clásicos jugados.

En la década de los 40, el ídolo crema brillaría con todo su esplendor ante los victorianos, consiguiendo una impresionante cifra de 19 anotaciones en 28 clásicos disputados. Dentro de esas grandes actuaciones destacan los 6 partidos en los que se hizo presente con dobletes entre los años 1941 y 1947.

Pero a pesar de tantas jornadas históricas en clásicos, la más recordada es, sin duda, la última vez que Lolo enfrentó a Alianza Lima. El 30 de agosto de 1953, un Cañonero en el ocaso de su carrera volvió al titularato, marcó tres goles y se fue del Estadio Nacional levantado en hombros.


VOY A SEGUIRTE A DONDE VALLAS
Las giras de Universitario por todo el Perú eran comunes por aquellos años y, por supuesto, la figura de ‘Lolo’ Fernández la atención principal. Debido a la falta de tecnologías en cuanto a fotos en nuestro país, pocas eran las personas que reconocían al delantero crema. Muchos le preguntaban: “Es usted el señor Fernández”. Y él contestaba con mucha humildad: “Sí, yo soy”.

Mucha veces la mayoría de aficionados no le creían y lo terminaban confundiendo con su hermano menor, ‘Lolin’ Fernández.


POR MI PATRIA EL ALMA ENTERA
Con la selección peruana, el ídolo cañetano fue internacional en 32 ocasiones y marcó 24 goles, debutando en la "Blanquirroja" el 13 de enero de 1935 en un encuentro ante la selección de Uruguay.
"Lolo" ganó la medalla de oro en los Juegos Bolivarianos de 1938 y el Campeonato Sudamericano (Copa América) de 1939, además de competir en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, donde la "Blanquirroja" llegó luego de vencer cómodamente a la selección de Finlandia por marcador de 7-3, con cinco goles del "Cañonero" y a la selección de Austria por 4-2, luego de ir perdiendo por 2-0 y lograr empatar en los últimos quince minutos del tiempo reglamentario. Luego participó en la Copa América de Chile (1941), Uruguay (1942) y Ecuador (1947).


ADIÓS AMOR
Su último partido oficial fue el 30 de agosto de 1953, en el Estadio Nacional, cuando le anotó tres goles a Alianza Lima en un clásico para el recuerdo. Lolo era suplente e incluso ya empezaba a ser criticado por algunos hinchas que creían ver el ocaso de su ídolo. Sin embargo, anotó dos goles en la práctica previa y sorprendió al ser incluido en el once titular de Cuesta Silva. Empezó con dudas, pero fue una tarde iluminada. Terminó siendo cargado en hombros por los hinchas, que dejaron la tribuna para meterse a la cancha, extasiados por la hazaña. En ese momento no planificado, Lolo decidió que era el momento de retirarse, de colgar los chimpunes. No fue algo preparado, es un día especial para su natal Cañete, también ahora recordado por el 'Cañonero'. El 14 de octubre de 1953 vistió por última vez la camiseta crema. Jugó 6 minutos ante Centro Iqueño y dejó ingresar a Manuel Arce, quien iba a ser su sucesor, pero quedó en promesa. Al momento de ser cambiado, dio una vuelta olímpica inolvidable en un Nacional lleno. Antes de que iniciara ese último partido, declaró a la prensa: “Saldré con el entusiasmo de hace 20 años. Aunque las piernas no sean las mismas, el corazón sigue igual”.

El 14 de octubre de 1953 se realizó un evento de homenaje a ‘Lolo’ en el Estadio Nacional. Se presentaron números folclóricos y dos partidos: el primero entre "Los Olímpicos" y el "Lolo Fernández" de Hualcará y el segundo entre Universitario y Centro Iqueño.

‘Lolo’ jugó 5 minutos, luego todos los jugadores se reunieron en el centro del campo para despedirse de él. La gloria hecha hombre entregó su camiseta a Manuel Arce y luego se despidió de cada uno de los jugadores. El partido lo ganó la ‘U’ haciéndose acreedor a la Copa Presidente de la República, que fue donada por el entonces primer mandatario general Manuel A. Odría.


EL ÚLTIMO ADIÓS
En 1983 empezó a quebrarse su salud al ser operado de la cadera. Tres veces viajó a Estados Unidos, pero ya no fue el mismo. Durante un tiempo fue técnico de menores de la 'U', tuvo una pensión vitalicia del cuadro estudiantil. Teodoro Oswaldo Fernández Meyzán, ‘Lolo’, falleció un 17 de setiembre de 1996.  Sin embargo, vivirá eternamente en el corazón de sus seguidores le han hecho polcas, murales y gigantografías para demostrar que sigue presente. Hoy, cuando ya no está, los hinchas en el Monumental siguen coreándolo.  Todos los años, esta religión crema que lo adora le lleva flores a la tumba y hace una romería en Hualcará, hacienda donde nació.


LA FRASE:
‘Lolo’ describió esa pasión crema que tuvo de la siguiente manera: 

“Esa chompa me atrae y seduce desde los años de infancia. Al parecer ha sido la novia de toda la vida. Cómo podría abandonarla, salvo que ella deje de quererme”.


Después de leer todo esto, díganme ustedes como no admirar a esta persona que dio mucho por su equipo, dio todo por su selección, y que vivió enamorado del futbol, así que:

¡Universo Crema que siga la fiesta!

¡VIVA LOLO FERNANDEZ!


Escrito Por: Danilo Varillas
Fotos: Depor.pe, Comercio.pe, LaRepublica.pe

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